Les he hecho a mis casihijos (entre ellos mi ahijao) unos cuadernos para que aprendan a dibujar como es debido, con estas portaditas tan anima(la)das. Es importantísimo que los dos tengan algo que el otro no tenga, para poder darse envidia mutuamente y a la vez no tener argumentos para quejarse.
¡El de Juan tiene una vaca! Ah, sí, nenín, pero el tuyo tiene una serpiente, y mira que molan las serpientes, eh? ¡Yo quiero una serpienteee! Huy, pero tú ya tienes una vaca, y lo que molan las vacas... eh? eh? Y se quedaron los dos descolocados, calladitos y monísimos. Menos mal que ninguno se dio cuenta de lo otro que hay, que podría volver a encender la polémica... A ver si lo encuentra alguien! Acto seguido los empezaron a llenar de rayajos. Y de tetas y barrigas y bichos gordos... Estoy de un orgulloso!
2 comentarios:
ah, se me había olvidado decirte que me encantan y que quiero que me amadrines si con esas consigo que me pintes unas monas
Ay! Morena salada, yo te amadrino y te amadreño si hace falta. Y te pinto hasta monas en la cara!!
Reguapa!
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