He dibujado esta entrañable escena gulliveresca para una promoción de Visa affinity, gracias al caballero Monroy, que me ha tratado la mar de bien. Me gusta además que sea un cuatro, porque hasta hace ¡no mucho! viví en el número 4 de mi calle, y en el piso 4º, y en la puerta 4, mi teléfono tenía otros tres 4 y mi primer amorío adolescente era conocido como Cuatro. Extrapolen pues, si les place, las connotaciones de estas cuerdas... Feliz lunes!
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