No es exactamente una soletilla, pero ¡qué alegría más grande cuando ha llegado al plato! ¡Y qué pena cuando la he tenido que cortar! ¡Y qué alegría otra vez cuando he visto lo rica que ha quedado! El nuevo mandala tortilla, efímero y eterno, oigh, nena... Comprenderán que la ponga aquí, además en un día como este, en el que tal vez se solucionen tantas cosas...
2 comentarios:
me ha salido una competidora tortillera pro! maldición!! lucharé contra el destrone, tenlo por seguro!!!
Nena, con tus tortillas NADIE puede competir. Me quedo en simple discípula y voy que chuto. Aparte.. era de verduras! Con su nuez moscada y su jengibre, eso sí.
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