sábado, 24 de octubre de 2009

La rica salsa canaria se llama...










Pues resulta que esto es moho. ¡Moho! ¿Cabe asumir tanta belleza? A partir de ahora sugiero sustituir para siempre la palabra podrido por yo qué sé, florecido, engalanado, honrado-por-la-presencia-de-seres-sublimes. ¡Los mohos son las joyas con las que se adorna la materia orgánica! ¡Nada se pudre! ¡Todo se convierte en maravilla! Y para maravilla, la Tentomushi, que me enseña estas ídemes que a su vez llevan a estas y a estas otras (como no entiendo nada no puedo poner quiénes son los autores, espero que sean indulgentes)... ¡Eres más guapa que estos días soleados de otoño antes de que cambien la hora!

3 comentarios:

un clarinete bajillo dijo...

las cosas de tu casa cogen mohos así de bonitos??
qué bien pinta, entonces...

tento dijo...

pi!

Gosaimas dijo...

Huy, sí, en mi casa todo es siempre así de estupendo...